jueves, 26 de julio de 2012

Restauración de baúl antiguo



El estado del baúl antes de la restauración.


En las siguientes líneas explicaremos el proceso de restauración de un baúl antiguo del que ya hemos publicado las imágenes con anterioridad.

Detalle de los metales en
proceso de limpieza.
El primer paso es limpiar el baúl para eliminar el polvo que tiene y después retiraremos todo el cuero estropeado. Aunque se puede restaurar el cuero, en este caso nos hemos decantado por sacar a relucir la belleza de la madera, eso sí, conservando las decoraciones de metal que posee.



Como suelen quedar restos de cuero, empleamos un Dremel para eliminarlo, sobre todo en las esquinas, hasta dejar todo el baúl limpio. 

Resultado final de la restuarción del baúl por la parte exterior.
Detalle de los metales.
A continuación lijamos la madera y le aplicamos cera de color rojizo para resaltarla  (existen también ceras tintantes de otros tonos e incluso tintes de madera con los que podemos darle otro color al baúl, todo dependerá del acabado final que le queramos dar, en este caso un tono rojizo que nos ayuda a destacar el metal).

Una vez finalizada la labor con la madera, nos centramos en las partes metálicas a las que les hemos aplicado en un primer momento un tratamiento anticorrosivo para eliminar la roña. Seguidamente, pulimos el metal con el Dremel y para finalizar le aplicamos un barniz especial para metales con el fin de protegerlo.

Para finalizar con la parte exterior, le sacamos brillo al baúl puliendo su superficie con lana de acero y un trapo de algodón.

Resultado final por la parte interior.
La última zona en la que nos centramos es la interior. El baúl estaba empapelado, pero con el paso de los años, el papel se había desgajado y estaba prácticamente hecho jirones dejando la madera desnuda. Limpiamos el baúl de todo resto de papel y después lo tapizamos, en nuestro caso nos decantamos por una tela de rayas bastante llamativa que presentaba colores naranjas y berenjenas con el fin de darle un toque más moderno y vivo, pero cada uno puede elegir la tela que más le guste. 
  

Para poder tapizarlo, echamos cola de carpintero por toda la parte interior y procedimos a colocar la tela con cuidado de no dejar pliegues ni arrugas.

De esta forma tan sencilla recuperamos un baúl casi ruinoso y le devolvimos la vida para muchos años más.

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